viernes, 10 de octubre de 2014

El país del sin sentido

España se desquebraja por distintos puntos, y la puntilla ha sido la llegada del virus del Ébola. Una crisis más que el incompetente gobierno español no sabe como atajar porque desde el principio lo ha hecho mal.
Yo era de las personas que apoyó la repatriación de los enfermos españoles, pero también es cierto que si a ellos se les concede volver a su país, el mismo derecho tienen otras personas a las que no se les ha dejado regresar. Dicho lo cual, no soy capaz de digerir la poca precaución con la que desde el Ministerio de Sanidad se ha tratado el tema, estando por ello Teresa Romero en situación muy crítica al ser infectada haciendo su trabajo, ayudar a los enfermos.
Lo que me resulta del todo indignante es el trato que el consejero de sanidad de Madrid está dando a la enferma con las duras declaraciones como que "no estaría tan enferma cuando fue a la peluquería".
Al mismo tiempo que se pone en riesgo a todos los profesionales de la salud, médicos, enfermeros y celadores que día a día se enfrentan a lo desconocido, en muchos casos sin los medios suficientes. Ellos son valientes, a ellos hay que darles las gracias de que sigan al pie del cañón y confiar en nosotros, los ciudadanos, porque en mi opinión al gobierno popular nunca lo hemos tenido de nuestro lado.
Sólo me queda dar fuerzas y ánimo a Teresa Romero y al resto de personas en observación, al mismo tiempo que mandar todo mi apoyo a los profesionales de la salud, y pedir la dimisión del Consejero de Sanidad de Madrid y por supuesto de la Ministra Ana Mato.
España, ¡buena suerte!

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